[HACK] ojo avizor

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Thu Sep 12 16:47:03 CEST 2002


14:31 28/08/02


MUEVEN UN CURSOR CON LOS IMPULSOS ELÉCTRICOS DE LOS OJOS

Un investigador de la Universitat de les Illes Balears defiende que la
vista es más efectiva que el habla para interaccionar con un ordenador

Mercè Molist
"La  vista  es  la  que trabaja" explica, jocoso, el catedrático de la
Universitat  de les Illes Balears, Llorenç Valverde, codirector de una
original   tesis   doctoral,   con  prototipo  incluido,  que  permite
interaccionar con un ordenador sólo moviendo los ojos. Sin cámaras que
le  enfoquen  ni  más  artificios  que  una  máscara  que  registra  e
interpreta  las señales eléctricas generadas por el movimiento ocular,
Tomeu  Estrany,  autor  de  la tesis, pone música o hace dibujos en la
pantalla.

Han  sido  seis años de investigaciones que empezaron con la intención
de  mover  el  cursor  a partir de las señales eléctricas de la mente,
algo  que  Estrany  pronto  abandonó  al  darse  cuenta de que era más
efectivo  fijarse  sólo  en "las señales electrofisiológicas generadas
por  el  dipolo  ocular,  que  funciona  como  una  pila,  filtrarlas,
amplificarlas  y  convertirlas  en  una señal que posicione el cursor.
Otros  lo  hacen  con  cámaras apuntando a los ojos, pero si mueves la
cabeza  se  pierde  la  señal:  este  método  es más simple y barato",
explica.

Tomeu  Estrany  parece un auténtico 'cyborg' cuando se pone la máscara
de  aluminio  que  él  mismo  ha  diseñado. En su interior, circuitos,
cables,    sensores,   amplificadores,   chips   y   filtros   cosidos
artesanalmente  por el autor, así como los programas de comunicación e
interacción  del ojo con el ordenador, que le han demandado un trabajo
interdisciplinar   donde   se   mezclan   la   informática,  medicina,
neurofisiología  o  electrónica.  De  hecho,  sus  directores han sido
Llorenç  Valverde,  del  Departamento  de Matemáticas e Informática, y
Alexandre Garcia, del Departamento de Psicología.

"Sistema   de   posicionamiento   electrooculográfico   con   reajuste
interactivo"  es  el  título completo de la tesis, que se presentó por
primera  vez  al  mundo  exterior  la semana pasada, en el XI Congreso
Europeo  de  Neurofisiología Clínica, celebrado en Barcelona. Su autor
justifica  así  la investigación: "A pesar de las continuas mejoras de
las  interfaces  de  comunicación  en  el  sentido  máquina-hombre, el
intercambio de información hombre-máquina no ha evolucionado igual. El
teclado y el ratón se diseñaron hace más de 30 años y no han variado".

Las  señales eléctricas generadas por los ojos tampoco son novedad. En
los  años  20  se  descubría  ya  que  diversas funciones musculares y
nerviosas  se  asociaban  a  pequeños  voltajes eléctricos, que dieron
lugar  al  electrocardiograma  o  al  electroencefalograma.  Pero,  de
momento,  son  escasos  los  productos  que  intentan  aprovechar  esa
electricidad  para  comunicarse  con  el ordenador, como la plataforma
BioMuse  de  la empresa BioControl, que se fija más en los impulsos de
la  cabeza y sólo aprovecha el parpadeo de los ojos para significar un
'clic'.

Al  ser los voltajes electrooculográficos del orden de 20 microvoltios
por  grado  de  rotación, deben amplificarse unas 10.000 veces, lo que
aumenta  la  posibilidad  de  error  provocado  por  el  parpadeo, las
variaciones  de  la  luz  ambiental  o  las  interferencies  de la red
eléctrica.  Estrany  ha tenido estas interferencias muy en cuenta: "Lo
nuevo  de mi investigación es el mecanismo de interacción, que permite
corregir errores en tiempo real. El próximo objetivo es el 'clic', que
podrá  realizarse  con  un  parpadeo  voluntario  o un guiño, hacer la
máscara  'wireless'  y  estilizarla,  para  que  parezcan  unas  gafas
corrientes".

Además de la interacción con el ordenador, que puede ayudar a personas
con  poca  movilidad  en  las  manos, el sistema es útil para detectar
enfermedades,   como   el  Parkinson  o  la  esquizofrenia,  donde  el
movimiento  de  los  ojos  es  sintomático,  o para estudiar el sueño.
Llorenç Valverde concluye: "Hace tiempo que la Inteligencia Artificial
nos  promete  que,  un  día,  en  vez  de  teclear  hablaremos  con el
ordenador,  pero la promesa se ha ido retrasando. Aquí vemos que quizá
la  interfície  no  sea  el habla sinó la vista, más efectiva, viable,
simple y universal".




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