[HACK] CoPeerRight contra el p2p

merce merce at grn.es
Thu Jan 19 16:34:52 CET 2006


15/12/05 13:03:48


EMPIEZA A ACTUAR EN ESPAÑA LA PRIMERA EMPRESA ESPECIALIZADA EN
COMBATIR LA PIRATERÍA EN P2P


Mercè Molist
"Muchos nos envían mensajes con insultos, otros nos piden
aclaraciones o nos agradecen que les informemos de las leyes en
vigor, algunos nos desafían en los "blogs", otros denuncian redes
para que actuemos en ellas y hemos recibido más de cien tentativas
de intrusión en nuestras plataformas". Esta ha sido la reacción de
los internautas ante el desembarco en España de CoPeerRight Agency,
la primera empresa europea dedicada a combatir la piratería en las
redes de pares.

"Le recordamos que el contenido de este fichero está protegido por
copyright y tratados internacionales. La puesta a disposición,
distribución total o parcial sin autorización y, en ciertos casos,
la reproducción, son ilícitas y pueden dar lugar a una demanda
judicial. Le comunicamos los riesgos a que se expone si no suprime
este fichero de su lista de intercambio". Desde septiembre,
CoPeerRight (CPR) Agency ha enviado diez mil mensajes diarios como
este a usuarios españoles de P2P, pillados al bajarse una película,
canción, programa o videojuego.

Stéphane Michenaud, director general de CPR Agency, explica:
"Detectamos el fichero pirateado y la lista de usuarios que lo están
descargando. Les enviamos la notificación por la funcionalidad de
chat de sus programas P2P, en el mismo momento en que se bajan las
obras, cuando constatamos que se ha realizado más del 1% de la
descarga". El mensaje amenaza con denunciarlos a sus proveedores,
algo que se ha hecho en algunos casos, con resultados dispares:
"Algunos jamás responden pero sabemos que muchos han advertido a sus
usuarios".

CoPeerRight Agency es la primera empresa en Europa dedicada a la
protección por encargo de los derechos de autor en redes digitales.
Nació en 2003 en Francia. Tiene filiales en Canadá y, desde
septiembre, en Madrid. Sony, Ubisoft, Microsoft, Disney, Universal
Studios o Canal + Video son algunos de sus clientes. En España
trabaja entre otros con Filmax, protegiendo las películas
"Frágiles", "La Monja" y "Oliver Twist".

"Hay mucho trabajo por hacer en España, por eso hemos creado esta
filial. Es el país europeo con mayor número de descargas digitales y
de los que más ventas piratas realizan en las calles. La piratería
está muy integrada en la sociedad y nuestro objetivo es cambiar poco
a poco esta mentalidad, con campañas de prevención y
sensibilización", explica Michenaud, quien asegura que la industria
española y las asociaciones de autores les han recibido muy bien.

CPR Agency ofrece diversos servicios. El más llamativo es la
identificación de quien está compartiendo material con derechos de
autor. La empresa que contrata el servicio decide qué debe hacerse
después: enviar un mensaje de advertencia al usuario, notificarlo a
su proveedor o a la policía. La agencia monitoriza todas las redes
P2P, grupos de noticias, foros de discusión y webs comeciales como eBay.

"Realizamos búsquedas cada segundo, a partir de palabras claves.
Cuando aparece un fichero pirateado, recuperamos su firma digital,
los datos del primer divulgador (seudónimo, dirección IP, hora y
día) y descargamos el archivo para verificar el delito", explica
Michenaud. A partir de la firma digital, pueden conocer el total de
descargas del fichero: "Nos metemos en la lista de usuarios que lo
comparten y contabilizamos cada una de las descargas completas, con
un error de 3% a 5%".

Siguiendo la directiva de protección de datos española, la agencia
borra de su base de datos la dirección IP del supuesto infractor,
después de enviarle el mensaje de advertencia. En casos claramente
ilegales, como la difusión de "screeners" (copias de películas
realizadas físicamente en un cine), la empresa cliente puede,
explica Michenaud, "pedir autorización a las autoridades para tratar
la información del infractor e iniciar una acción judicial".

En los pocos meses que lleva trabajando en la red española, CPR
Agency ha detectado "más de 40 grupos de piratas españoles muy
activos que compiten entre ellos por ser los primeros en difundir
videojuegos o "cracks" para eludir protecciones. Son personas con
recursos económicos, directores informáticos, periodistas,
programadores, estudiantes. Piratean todo lo que tienen a su
disposición: música, cine, videojuegos y, cada vez más, obras
literarias".

Otro servicio que ya están realizando con películas en castellano
son los "ficheros señuelo": archivos con el mismo nombre, peso y
características de la película. Se difunden masivamente en las
redes, para que el fichero auténtico quede ahogado en un mar de
falsificaciones. Cuando se abre la película falsa, aparece un
anuncio anti-piratería de la Federación para la Protección de la
Propiedad Intelectual.

Michenaud considera que bombardear las redes con ficheros falsos "no
es ensuciarlas sinó usarlas desde el punto de vista originario, para
intercambiar y divulgar trabajos, como un canal de comunicación,
igual que hacen los internautas".

El tercer servicio que ofrecen es aprovechar los datos recopilados,
como las descargas de una obra y sus señuelos o la procedencia
geográfica de los usuarios, para  perfeccionar las campañas de
promoción y políticas de comercialización de sus clientes: "Por
experiencia sabemos que la curva de ventas se relaciona directamente
con la de descargas. Por ejemplo, algunos artistas recurren a
nosotros para obtener estadísticas de la demanda de una obra, factor
que puede facilitarles la toma de contacto con colaboradores
comerciales".

La reacción de los internautas ante la campaña de CPR Agency ha sido
de susto e indignación. En España, la copia sólo es delito si hay
ánimo de lucro o comunicación pública. Explica Michenaud: "En
principio, no lo hacen con ánimo de lucro, pero tampoco tienen
derecho a difundir una obra protegida sin autorización de los
titulares. Por el sólo hecho de usar las redes P2P, estas obras son
puestas automáticamente a disposición de un gran número de usuarios
y esta difusión es ilegal".

El abogado David Bravo considera erróneo este planteamiento, en el
contexto legal español: "Se basa en que la subida automática de
datos, que en las redes P2P se realiza de forma simultánea a la
descarga, es una comunicación pública, algo que resulta forzado
porque esta subida puede desde no ser conocida por el usuario hasta
serlo pero no pretenderse. Si careces de autorización para esa
comunicación, a las malas podría considerarse un ilícito civil, pero
no un delito".

Además, explica, en el ámbito civil es determinante la
intencionalidad del infractor: "Si no, actos como poner la música
demasiado alta, de manera que los vecinos puedan oírla, o dejar
olvidados unos libros en un banco público serían ilegales. Para que
exista comunicación pública, debe haber no sólo el conocimiento de
que se están subiendo ficheros sinó también un ofrecimiento
efectivo, una publicidad que tienda específicamente a esa comunicación".


CoPeerRight Agency
http://www.co-peer-right-agency.com



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