[HACK] Las mujeres hacker no son como en las peliculas
merce
illadeltresor at gmail.com
Mon Jun 22 10:34:28 CEST 2009
03/06/09 10:58:51
LAS MUJERES HACKER NO SON COMO EN LAS PELÍCULAS
Mercè Molist
"Qué tía más rara", exclama Blackhold nada más salir de ver la
película "Los hombres que no amaban a las mujeres", basada en el
best-seller del mismo nombre y cuya protagonista es una hacker.
Blackhold, informática de 26 años, se mueve en ambientes
"underground" donde coincide con mujeres hacker que, asegura, no son
exactamente como en las películas.
Primero fue la brillante Sandra Bullock de "La red". Después vino la
agresiva Angelina Jolie de "Hackers". Y la glacial 'Trinity' de
"Matrix". 'Lisbeth Salander', protagonista de "Los hombres que no
amaban a las mujeres", es el rizo rizado del estereotipo de la mujer
hacker, una mezcla de las anteriores con una novedosa carga
psicológica: muy mental y masculina, siniestra hasta la crueldad, la
perfecta víctima de una familia disfuncional.
Como ya hicieron la literatura y el cine con sus compañeros, las
mujeres hacker contemplan como se las presenta al gran público
embutidas en un saco de tópicos. Blackhold asegura: "Las chicas que
conozco relacionadas con la informática no llevan 'piercings' y
tatuajes como 'Lisbeth', o no tantos. Son chicas normales y más
abiertas".
La bella y legendaria Barbara Thoens, del grupo alemán de hackers
Chaos Computer Club, o la polaca experta en virus Joanna Rutkowska,
que no sale de viaje sin una plancha y su kit de maquillaje,
posiblemente gritarían ante el desaliño y masculinidad de 'Lisbeth'.
Y la corpulenta Binaria, integrante en los años 90 del grupo español
La Vieja Guardia, debe desternillarse ante tanta hacker anoréxica de
película.
Por no hablar de la dulce amante de los animales Amaya Rodrigo, la
primera mujer programadora de Debian (una distribución de GNU/Linux)
en Europa. Fundadora de Debian Women y defensora de los derechos de
las mujeres en la red, la estética de Rodrigo se parece más bien
poco a la ciberpunk 'Lisbeth'. Blackhold añade: "No son mujeres
agresivas, como se ve en la película, pero sí muy activas,
impulsivas, que no pierden el tiempo".
Blackhold trabaja como administradora de sistemas en Barcelona. A
los 3 añitos ya jugaba con un Commodore y, a los 4, cargaba ella
sola los juegos. "Aprendí a escribir a máquina antes que a mano",
explica. No ha habido tinglado hacktivista en los últimos años donde
no estuviera y, en 2008, organizó el primer encuentro técnico Summer
Camp Garrotxa, que este año se repite, en Girona, a mediados de julio.
Blackhold asegura no sentirse identificada con la protagonista de la
película, pero sí comparte algunos rasgos psicológicos, aunque con
menos intensidad, como la sintonía con las ideas ciberpunk o la
relación con la feminidad: "Muchas cosas que se atribuyen a las
mujeres, como maquillarse o hablar de vestidos, me aburren. Prefiero
mil veces hablar de cualquier tema técnico".
Asimismo, considera que la timidez y caracter solitario de 'Lisbeth'
son comunes a muchos y muchas hackers, causa y consecuencia de pasar
tantas horas ante un ordenador, hasta convertirlo en un arte. Pero
es una soledad física y emocional, que no mental: "Gracias a la
informática he conocido a muchísima gente y he podido hacer cosas de
las que no habría sido capaz si no estuviese en un mundo tan activo".
Para Blackhold, el gran fallo de la ficción, tanto en "Los hombres
que no amaban a las mujeres" como en películas anteriores, reside en
que pintan a las mujeres hacker como simples remedos de sus alter
egos hombres: "'Lisbeth' intenta reunir todos los tópicos de cómo
debería ser un hacker masculino y eso hace que tenga un caracter
agresivo, frío y vengativo".
No se puede culpar al novelista sueco Stieg Larsson, autor del
libro, por su poco conocimiento de las mujeres hacker. Son tan pocas
y suelen esconderse tanto de la luz pública, más que sus compañeros,
que el trabajo de campo era difícil. Hay apenas unos pocos estudios
serios. El más reciente, de 2006, de la Universidad de Cambridge,
afirmaba que en las comunidades de "software" libre, donde suelen
iniciarse los hackers, sólo el 1,5% son "ellas".
Posiblemente Larsson se inspiró en las películas ya citadas o los
libros ciberpunk de William Gibson, donde la mayoría de mujeres son
calcadas a 'Lisbeth'. Mientras, en el mundo real, las hackers son
menos siniestras, pero tanto o más listas.
¿UN HACKER LO HARÍA ASÍ?
El trabajo de 'Lisbeth Salander' consiste en investigar a otras
personas, accediendo a sus ordenadores y a las bases de datos donde
haya información sobre ellas. Es una hacker profesional y este
oficio, aunque minoritario, es real. También se acercan mucho a la
realidad los detalles informáticos que muestra la película.
Aún así, Blackhold detecta algunos fallos: "'Lisbeth' entra en el
ordenador del periodista protagonista y espía sus documentos, pero
me extraña cómo puede abrir y cerrar los ficheros, en entorno
gráfico, sin que él se de cuenta". La forma correcta sería
"conectarse en modo invisible y, una vez dentro del portátil,
transferir los ficheros al suyo".
También es erróneo, asegura Blackhold, que la hacker introduzca en
su portátil la tarjeta de memoria de su cámara digital: "Los MacBook
Pro, como el que usa 'Lisbeth', no tienen lector de esas tarjetas".
Además y desde una óptica hispana, pocos hackers usan ordenadores
Apple, pero Blackhold aclara: "De Alemania para arriba, hay gente
muy buena con un Mac".
En cuanto a los aciertos de la película, 'Lisbeth' pide a su tutor
20.000 coronas suecas (1.800 euros) para comprar un portátil:
exactamente lo que cuesta un MacBook Pro de 15". También vemos una
terminal con directorios reales del sistema operativo Mac OS X. E
incluso, se regocija Blackhold, "la hacker hace un 'find'". El
comando 'find' sirve para buscar cosas.
Por último, queda a la discreción de cada hacker si ellos o ellas
harían lo que 'Lisbeth': para ayudar al periodista en su
investigación, acaba revelándole que está espiando su ordenador. La
opinión de Blackhold: "Un hacker se interesa y arriesga por algo si
se le presenta realmente como un reto, los hackers aman los retos".
DE CARNE Y HUESO
Las mujeres hacker que han pasado a la historia pueden contarse con
los dedos de dos manos. O casi. Si les hiciesen un homenaje, con
reservar una mesa en un restaurante cabrían todas. Y muy pocas
practicarían el "hacking" o intrusión en ordenadores, como
'Lisbeth'. La palabra hacker tiene diversas acepciones y la mayoría
de mujeres practican la menos agresiva: ser excelentes programadoras
y geniales resolvedoras de problemas técnicos.
Ada Byron (1815-1852)
Nació y murió en Londres. Hija del poeta Lord Byron. Es considerada
la primera programadora y madre de la programación informática.
Autodidacta. Trabajó con Charles Babbage, padre de los ordenadores
por su invento de la "máquina analítica". En 1979 el Departamento de
Defensa de Estados Unidos creó un lenguaje de programación y le puso
su nombre.
Las hackers del ENIAC (1946)
El ENIAC fue el primer ordenador electrónico. Lo programaron seis
mujeres, especialistas en matemáticas: Betty Snyder Holberton, Jean
Jennings Bartik, Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, Marlyn Wescoff
Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum y Frances Bilas Spence. Ya
habían trabajado juntas calculando manualmente las trayectorias de
las bombas del ejército norteamericano en la II Guerra Mundial.
Grace Murray Hopper (1906-1996)
Conocida como "Amazing Grace" (Asombrosa Grace). Fue una de las tres
primeras personas que diseñó un programa para el primer ordenador
electromagnético, el Mark I. Participó en la creación de los
primeros ordenadores comerciales, Binac i UNIVAC I. Supervisó el
departamento que desarrolló el primer compilador y el primer
lenguaje de programación de alto nivel orientado a la gestión,
FLOW-MATIC, en el que se inspiraría COBOL. Era una visionaria que
preveyó la inteligencia artificial, los procesadores paralelos y el
uso cotidiano de los ordenadores.
Evelyn Berezin (1925)
Inventó en 1953 el primer ordenador de oficina, cuando trabajaba en
la empresa Underwood. Desarrolló el primer sistema de reserva de
vuelos del mundo, para United Airlines. Es conocida como la madre de
los procesadores de texto desde que en 1968 desarrolló la idea de
una programa que permitese almacenar y editar textos. Un año después
fundó Redactron, la primera empresa dedicada a estos programas.
Lynn Conway (1938)
Transexual. Pionera en el campo de la arquitectura de computadores y
la microelectrónica. Gran parte de la evolución en el diseño de
chips de sicilio de los últimos tiempos se basa en su trabajo. En
1965 participó en el diseño del primer ordenador superescalar.
Jude Milhon (1939-2003)
Conocida como "St. Jude" (Santa Jude). Madre del ciberpunk,
programadora, escritora, rebelde, defensora de los ciberderechos y
la incorporación de las mujeres a las redes. Inventó y popularizó la
frase "Girls need modems" (las mujeres necesitan módems).
Frances E. Allen (1932)
Primera mujer que recibió el premio Turing, equivalente al Nobel de
Informática, en 2007. Investigadora de IBM y pionera en el campo de
la automatización de tareas paralelas y optimización de compiladores
(programas que traducen un programa escrito en un lenguaje de
programación a otro).
Blackhold
http://blackhold.blogspot.com
Amaya Rodrigo
http://amayita.livejournal.com
Joanna Rutkowska
http://theinvisiblethings.blogspot.com
Las hackers del ENIAC
http://eniacprogrammers.org
Debian Women
http://women.debian.org
LinuxChix
http://www.linuxchix.org
Systers
http://anitaborg.org/initiatives/systers
Ada Lovelace
http://es.wikipedia.org/wiki/Ada_Lovelace
Copyright 2009 Mercè Molist.
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