[Domotica] Hello, Is there anybody out there?

[Pilar Toldos Bayle]

Para los que no estén muy metidos en asuntos musicales, aclararé que el
asunto de este correo electrónico lo he sacado de una canción de Pink Floyd,
de su disco "The Wall".

Si este disco es uno de los mayores exponentes de la alienación, el asunto
de la domótica tengo que decir que me preocupa desde ese mismo punto de
vista. Sé que soy la rara avis de la lista, que no tengo ni idea de
informática más que como mera usuaria de un montón de programas... Sé que
las cosas adelantan, que en el último siglo (el que pasó, el XX), la
Humanidad ha avanzado más que en el resto de su historia... Y sin embargo la
calidad de vida me parece que ha descendido preocupantemente, hasta el punto
de que los niveles de suicidio han llegado a alcanzar los niveles más altos
en las últimas dos décadas.

Y ahora llega la domótica. Lo digo simple y llanamente: no me gusta la idea
de la domótica. No quiero que mi casa sea inteligente, no deseo que decida
por mí la temperatura ambiente ideal, ni cuándo apagar o encender las luces
exteriores, ni si regar o no. Los que estáis en esta lista, hasta cierto
punto, sois unos privilegiados: tenéis unos conocimientos informáticos que
superan la media. Y os vais a montar vuestras casas inteligentes y estaréis
en ellas cuando a vuestra pareja se le pase por la imaginación que hace
demasiado calor y hay que bajar el termostato. Pero, ¿qué pasa en las casas
donde ninguno de los dos es informático? ¿Tendrán que esperar un mes hasta
que el "técnico" (como sea como los que instalan las ADSL de Telefónica, lo
llevan claro) tenga a bien pasarse para reprogramar el ordenador? Lo que
puede suponer calidad de vida (discutible) para unos pocos, puede conllevar
la más absoluta miseria para unos muchos.

Mi pregunta, aún más básica: ¿qué pasa el día que se vaya la luz? Porque la
luz se sigue yendo... ¿Se me quedará mi casa candada hasta nueva orden?

Será que me gusta hacer las cosas a la antigua usanza, que le tengo alergia
al microondas y a las ollas exprés, que no me gustan las máquinas de
coser... Quizá me gusta el sonido de las lentejas haciendo chup-chup y esas
cinco horas de fuego lento que me permiten hacer otras cosas, hasta
socializar con el vecino. Quizá tengo reciente a HAL, el de Odisea en el
espacio 2001... No me gusta que las máquinas gobiernen mi entorno, porque no
me fío de ellas. Los programadores sois imperfectos, ¿cómo podrían ser los
ordenadores perfectos?

Todo esto dicho con la mejor de las intenciones y teniendo en cuenta que soy
una mujer del siglo pasado (que quizá debería haber nacido en el anterior).

Pilar

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Pilar Toldos Bayle
pbayle at argo.es
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"Whoever called it necking was a poor judge of anatomy." (Groucho Marx)